¿Cómo Vemos?

 

Vemos gracias a que nuestros ojos reciben la luz que reflejan los objetos que tenemos alrededor. Entender lo que significa “visión” no solo implica el resultado: captar imágenes del mundo exterior, sino también conocer la naturaleza de las estructuras que actúan en dicho proceso y el funcionamiento de las mismas.
Muchas veces hemos escuchado o leído la similitud que se establece entre el ojo humano y una cámara fotográfica convencional. Aunque la comparación no es del todo incorrecta, debemos pensar que nuestros ojos realizan un trabajo mucho más sofisticado, captando imágenes en movimiento y enfocando automáticamente cualquier paisaje, objeto o situación cotidiana al que deseemos prestar una mayor atención.
Para conseguir un buen enfoque y la captación del movimiento, los ojos cuentan con un especial sistema de acomodación formado por una minúscula lente llamada cristalino y el músculo ciliar, que es el encargado de modificar la forma de esta lente natural hasta conseguir que la imagen que perfectamente enfocada en una estructura muy sensible a la luz: la retina

 

Retina

En la oscuridad la retina presenta un color rojizo debido a la presencia de rodopsina contenida en las células de los bastones. En la superficie de la retina se pueden observar diversas estructuras:

Papila, disco óptico o punto ciego: La papila del nervio óptico es el punto donde el nervio entra en el globo ocular atravesando la membrana esclerótica, el coroides y finalmente la retina. Es un disco rosado que se encuentra en la parte posterior del globo ocular y está situado unos 3 milímetros medialmente al polo posterior del ojo. Tiene un diámetro medio entre 2 x 1.5 mm. En la papila no existen fotorreceptores, por lo que se llama punto ciego.

Fóvea: Está situada a unos 2,5 mm o 17 grados del borde temporal de la papila óptica, donde la superficie de la retina está deprimida y es poco profunda. Presenta un mayor número de células ganglionares, con una distribución más regular y precisa de los elementos estructurales, posee sólo conos. Los vasos sanguíneos rodean a la fóvea por arriba y por abajo, mientras que dentro de ella sólo existen pequeños capilares. En el mismo centro de la fóvea, en un área de unos 0,5 mm de diámetro, incluso no existen capilares para aumentar al máximo la transparencia de la retina. Sólo se ve con precisión la porción de la imagen de un objeto externo que cae sobre la fóvea.

Área central de la retina: Es la porción de la retina que rodea a la fóvea y donde se produce la mayor fotorrecepción. La fóvea y la pequeña área que la rodea contiene un pigmento amarillo y por eso se llama mácula lútea.

Área periférica de la retina: Los elementos de la retina son de menor número, de mayor tamaño y distribuidos menos regularmente. Tiene menos capacidad de fotorrecepción.

Iris

 

El iris, en anatomía, es la membrana coloreada y circular del ojo que separa la cámara anterior de la cámara posterior. Posee una apertura central de tamaño variable que comunica las dos cámaras: la pupila.

El iris es la zona coloreada del ojo, ya sea azul, verde, marrón etc., y en su centro se encuentra la pupila, de color negro; la zona blanca que se encuentra alrededor se denomina esclerótica.

Esta parte anatómica del polo anterior del ojo está constantemente activa, permitiendo a la pupila dilatarse (midriasis) o contraerse (miosis). Esta función tiene como objetivo poder regular la cantidad de luz que llega a la retina. Las fibras musculares del iris se agrupan formando dos músculos: el esfínter del iris que produce la miosis, y el dilatador de la pupila que produce la midriasis.

La Córnea y el Cristalino

La córnea es una importante porción anatómica del ojo. Es la estructura hemisférica transparente localizada al frente del órgano ocular, y que permite el paso de la luz y que protege al iris y cristalino.

Tiene forma de casquete esférico con un diámetro medio de 11,5 mm; su espesor central es de 0,5mm (500 micras) y el periférico de 0,8 mm. El radio de curvatura es de 7,84mm.

La córnea posee propiedades ópticas de refracción significativas, representando cerca de 2/3 de la capacidad de enfoque del ojo, es convexa-cóncava con aproximadamente 48 dioptrías en la cara anterior y 4 o 5 dioptrías en la posterior, lo que hace que la córnea, tenga una potencia de aproximadamente 44 dioptrías. Otra de las características de la córnea es que consta de tres capas: la más externa es el epitelio corneal, compuesto por epitelio pluriestratificado (varias capas) no queratinizado con gran potencial regenerativo; la media es el estroma (la capa más ancha de las tres) y la más interna es un endotelio, por lo tanto monoestratificado (una sola capa). Posee dos membranas que separan el estroma de las otras dos capas corneales. Son la membrana de Descemet, que separa el estroma del endotelio o capa más interna y la membrana de Bowman, que separa el estroma del epitelio pluriestratificado. Podemos también decir que en síntesis consta de cinco capas:

1-Epitelio Anterior. 2-Membrana de Bowman. 3-Estroma: tejido propio, conjuntivo. 4-Membrana de Descemet. 5-Endotelio

Es también uno de los pocos tejidos del cuerpo que no posee irrigación sanguínea alguna (no posee vasos sanguíneos), pero sí está inervado (tiene sensibilidad), ya que es la porción anatómica del cuerpo humano que posee más terminaciones nerviosas sensoriales. Se nutre de la lágrima y del humor acuoso.

El Cristalino

El cristalino es un componente del ojo con forma de lente biconvexa que está situado tras el iris y delante del humor vítreo. Su propósito principal consiste en permitir enfocar objetos situados a diferentes distancias. Este objetivo se consigue mediante un aumento de su curvatura y de su espesor, proceso que se denomina acomodación. El cristalino se caracteriza por su alta concentración en proteínas, que le confieren un índice de refracción más elevado que los fluidos que lo rodean. Este hecho es el que le otorga su capacidad para refractar la luz, ayudando a la córnea a formar las imágenes sobre la retina.

A medida que la edad del sujeto aumenta, el cristalino va perdiendo progresivamente su capacidad para acomodar. Este fenómeno se conoce como presbicia o vista cansada y sus causas se desconocen. Afecta a la totalidad de la población a partir de los cincuenta años, exigiendo el uso de gafas para enfocar objetos cercanos. La principal dolencia que afecta al cristalino son las cataratas. Por este nombre se conoce a cualquier pérdida de transparencia del mismo que afecte a la visión. Sus causas son diversas y cuando se encuentran en un estado avanzado requieren de una operación quirúrgica.

Agudeza Visual

La agudeza visual es la capacidad del sistema de visión para percibir, detectar o identificar objetos con unas condiciones de iluminación buenas.

En Óptica optométrica, para calcular la agudeza visual de un paciente, lo que se hace es someterlo a unos ‘’tests’’ en los que tendrá que superar distintas pruebas visuales, tales como:

* Test de Snellen: son los más populares. Están formados por filas de letras que van de tamaño más grande a más pequeño conforme bajamos la mirada. Cuanto más abajo logre ver nítido el paciente, mayor agudeza visual tendrá.

* Test de Landolt: formados por filas de caracteres que son circulares pero con un trazado no continuo, sino con una discontinuidad que el paciente tendrá que identificar (anillos de Landolt). El sistema de cálculo de la agudeza visual es el mismo que el anterior: arriba los caracteres más grandes y abajo los más pequeños. En estos tests aparece la letra C en forma circular y en distintos tamaños y posiciones. El paciente en este caso tendrá que resolver dónde está la discontinuidad: arriba, abajo, derecha, etc.

* Test de contraste y frecuencias: su objetivo es el cálculo de la agudeza visual al contraste (diferenciación de blanco y negro) que somos capaces de distinguir.

Para figuras tridimensionales o en relieve, el paciente se somete a tests de agudeza visual estereoscópica.