Consideraciones Generales

No se puede establecer un listado cerrado de los motivos que causan Baja Visión. Desgraciadamente, hay muchos motivos por los que se puede padecer esta limitación visual, y tratar de enumerarlos todos sería una labor complicada.

En general, se puede afirmar que se padece Baja Visión a causa de una patología, de una malformación congénita o de un accidente. En todos los casos existe el denominador común de encontrarnos con una situación irreversible y crónica, lo cual motiva que la vía médica u oftalmológica se vea imposibilitada de ofrecer una solución a las personas que padecen Baja Visión.

Malformaciones congénitas

Las malformaciones congénitas no son estrictamente una patología sino un defecto de desarrollo producido en el periodo de gestación. Esta malformación puede haber causado un problema visual que no puede mejorarse Oftalmológicamente, por lo que no es esperable una mejora sensible del órgano afectado.

Las malformaciones congénitas tienen su origen en factores hereditarios o factores externos. En el primero de los casos, el motivo es que el padre o la madre han transmitido al embrión un gen defectuoso el cual ha provocado un desarrollo anómalo; en el segundo, es posible que durante la gestación del feto la madre haya estado expuesta a factores ambientales de riesgo como pesticidas, rayos X u otros agentes externos que hayan causado el desarrollo anormal del feto.

También para estas personas existe una esperanza en la rehabilitación visual, pueden aprender a utilizar eficazmente la parte de su retina que está en mejor estado.

accidentes

Otra de las causas que dan lugar a la Baja Visión es haber padecido un accidente que ha dañado o los ojos o el cerebro, provocando una disminución en la calidad de la visión. Estos accidentes pueden ser de muchos tipos, aunque en general los accidentes de tráfico y los accidentes laborales ocupan los primeros lugares de esta lista negra.

Hay que agregar en este grupo de riesgo a las personas cuyas profesiones requieren un uso continuado en niveles de riesgo para los ojos, como puedan ser los soldadores, que deben fijar la vista en un punto muy brillante, u obreros y mineros, cuyos ojos pueden ir a parar pequeños trozos de piedra o metal causando heridas y cortes que si no se tratan adecuadamente pueden perjudicar de forma crónica a la visión.